CHINO MEANDO
Esto que es un chino que está meando nada más y nada menos que en plena Plaza Catalunya de Barcelona, a lo que se le acerca por detrás un Mosso d’Esquadra y le dice:
- Escolta…. (En Catalán escolta = escucha)
A lo que el chino responde:
- Es colta pero golda
Un Americano, de visita de negocios a Japón, tras una intensa jornada de negociaciones, recurre a los servicios de una dama de compañía por horas.
Total, que se la lleva a la habitación y se pone en faena, con energía y mucha calentura.
El americano, que nunca ha estado muy seguro de su habilidad sexual, está encantado. El dale que dale y ella se pasa la noche entera moviendo los brazos como loca y gritando:
“¡Fo Bla! ¡Fo Bla!”
El Americano da por supuesto que la tía está entusiasmada y que le felicita por sus proezas.
Al día siguiente se va a jugar al golf con uno de los empresarios japoneses, que hace un lanzamiento muy bueno; el americano ve la oportunidad de hacerse el simpático halagando al japonés en su idioma nativo, así que exclama “¡Fo Bla! ¡Fo Bla!”.
El japonés se da la vuelta, le mira con cara de sorprendido y dice:
“¿Me he equivocado de agujero?”
LA VERSIÓN DE LOS HECHOS...
- A ver cuénteme su versión de los hechos - Dice el juez.
- Verá, estaba yo en la cocina con el cuchillo de cortar jamón. En esto que entra mi mujer, tropieza, cae sobre el cuchillo y se lo clava en el pecho.
- Ya - Dice el juez - Siga…
- Pues así, hasta siete veces.
EL VUELO 104
Seguimos con los chistes de aviones. Este dice así:
Despues del despegue se oye la voz del capitán del avión por los altavoces:
- Señores pasajeros les habla el capitán, ya pueden desabrocharse los cinturones, en este momento nos encontramos sobrevolando el atlántico a 30.000 pies de altitud y llegaremos a Nueva York en aproximadamente 4 horas y media, disfruten del vuelo…
Se pone a hablar con el copiloto sin darse cuenta que se ha dejado el micro abierto:
- Ahora, con el piloto automático conectado, no te imaginas lo que me apeteceria un cafe y una buena mamada.
La azafata que lo oye sale corriendo hacia la cabina para avisar que se esta oyendo todo, y un pasajero le grita:
- Señorita… ¡se olvida de llevarle el café!
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